"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

domingo, 8 de mayo de 2011

LONDON DOS

Viernes 6 de mayo de 2011.

Un Mundo Perdido.

Por la mañana a primera hora me fui al Museo de Historia Natural, al ladito de nuestro hotel. Solo el edificio donde se ubica merece la pena verlo, un castillo de estilo gótico-victotiano y la fachada decorada con terracotas de figuras de animales y plantas. En su interior se puede uno pasar tres o cuatro días viendo verdaderas maravillas. Botánica, Entomología, Mineralogía, Paleontología y Zoología, para dar un repaso a la historia de la humanidad, con más de ¡70 millones de objetos y especímenes en exposición! Un tratado de sobre el planeta Tierra y las diferentes formas de vida que han existido desde su creación.

Nada más entrar el esqueleto completo de un Diplodocus te da la bienvenida. Esqueletos y fósiles de diferentes dinosaurios hay muchos. Hay un mastodonte o mamut muy bien conservado con unos colmillos retorcidos que me recordó a un político que le dicen Pepiño.

Yo me dediqué a dar un garbeo por los dinosaurios y luego me llevé un buen rato viendo una espectacular colección de pájaros disecados (y haciendo fotos de las rapaces para enviárselas a mi primo Manuel Diego que es un experto mundial en estas aves) y fósiles de animales ya extinguidos. Una sala entera llena de esqueletos de ballenas y cachalotes colgados del techo, con una recreación al natural de una ballena azul de 30 metros que da respeto verla. Es una pasada de museo.

El Centro Darwin guarda toda la colección donada por el naturalista. Es un laboratorio en el que se guardan más de 22 millones de especímenes cuidadosamente estudiados y clasificados que nutren el trabajo de la comunidad científica y enriquecen sus importantes exposiciones temáticas.

No puedo negar que me gustan estas cosas con locura. Pero al mediodía tengo que ir a recoger a mi santa.

Bus Stop.

El plan de hoy, que luce un sol esplendido, es coger un “Big Bus”,una flota de un montón de autobuses de dos plantas, la de arriba descubierta, que van haciendo una ruta por “todo Londres”, con auriculares en español, que te explican la historia de los diferentes monumentos, edificios , iglesias, puentes, etc, por los que pasamos. Lo bueno que tiene es que el billete sirve para horas veinticuatro y que uno se puede bajar en cualquier parada y subirse otra vez cuando le apetezca y donde le apetezca, como si quiere estar todo el día dando vueltas. Nosotros nos montamos a la una y disfrutamos de un solazo y unas vistas estupendas. El público usuario suelen ser turistas de muchos países, muy educados, sin parar de hacer fotos de todo y sin perderse palabra. Los únicos que desentonaron eran dos jovencitas con un maromo que se quitó la camiseta y no paraban de hablar a gritos, reirse, poner los pies por encima de todo y molestar a todo el mundo… ¿saben ustedes de donde eran? ¡Exacto! Españoles con acento de Madrisss.

Nosotros nos apeamos a tapear y almorzar en Regent Street. Tomamos una tapita en un bar español, La Tasca, que no vale nada y es carísimo. La Pizzeria SoHo estuvo mejor con unos espaguetis boloñesa muy suculentos, con carne de ternera y tomate natural y una pizza cuatro quesos para chuparse los dedos.

Un poquito de tiendas y de regalitos y otra vez al bus. El Puente de la Torre es una horterada. La parte de la City no me gusta nada.

Nos bajamos otra vez en Harrods para ver “unas cosillas”. Yo me dí una vuelta por la espectacular Oyster and Caviar Bar, con una pescadería que parece un joyería y una carnicería de autentico glamour. Hay una champanería que quita el sentido. A las siete de la tarde estaban las barras abarrotadas de pecadores bebiendo champán y poniendose puos de ostras, de caviar, de marisco, de vodka helado…
Yo estuve a punto de sentarme y volverme majareta, pero menos mal que llegó mi santísima con unos pijamitas para mi nieta y nos fuimos…

Los bares y restaurantes alrededor del Hotel estaban todos llenos de londineneses poniendose feos de cerveza desde el mediodia. Cenamos muy mal en un Garfunkel (franquicia) “Fisch and chips” y pollo asado. A la cama reventados.

sábado 7 de mayo de 2011

Ciencia a la carta.

El Museo de la Ciencia está a la espalda de el de Historia Natural. Es una verdadera diversión ver la evolución de los inventos, de las máquinas, la tecnología, la industria, la evolución humana. En el poco tiempo que pudimos visitarlo vimos los cohetes y cápsulas que han viajado al espacio, los motores mas antiguos y más modernos, los primeros aviones de madera, etc. Una película en 3D del fondo del mar que parecía que la morena te iba a pegar un muerdo en la napia. Es un museo interactivo para participar de las cientos de atracciones educativas que tiene. Tiene demostraciones de todas las leyes físicas básicas, del movimiento de los planetas, de los cambios estacionales y climáticos, etc, etc. Me quedo con las ganas de volver a verlo más despacio.
En la planta superior está el Museo de la Historia de la Medicina. Para mí espectacular.

El regreso

Metro con transbordo hasta Liverpool St, tren hasta el aeropuerto de Standted, comida rápida con dos cervezas y medio Orfidal y vámonos que nos vamos con Raynair. La verdad que el avión muy bueno, un Boeing 727-800 muy nuevecito. El  vuelo algo movidito pero sin incidencias. Lo demás me da igual.

Resumiendo

Londres es una gran ciudad la cual me alegro haber visitado tres cortos días.

Lo que más me ha gustado es su Arquitectura. ¡Impresionante! Cualquier bloque de pisos de cualquiera calle del centro se puede considerar un monumento, una obra de Arte. Durante los siglos XVII, XVIII y XIX, los arquitectos de todo el mundo competían para ver quien hacía las mas lujosas mansiones, los más bonitos barrios, los mejores jardines. Después de la Segunda Guerra Mundial, gran parte de Londres tuvo que ser reconstruida y de nuevo se lucieron los famosísimos arquitectos que diseñaron el Londres actual. Darse un paseo por Regents, Marylebond, Knightsbrigde, Chelsea, Kengsinton, Pimplico…o por Covent Garden, Soho, Mayfair, Notting Hill, Greenwich… no sabe uno a donde mirar de las construcciones tan especiales.

Muchísima gente, 8.500.000 personas y se hablan más de 300 lenguas. Todos en la calle de acá para allá a todas horas, cada uno orgulloso de ser como es y sin meterse con el de al lado. En un vagón de metro pueden ir hombres y mujeres de tres o cuatro razas, colores y religiones distintas y todos se respetan y se dice “sorry” si se rozan.

Desde el autobús me fijé que nadie hace vida al exterior de sus casas. Nadie se asoma a las ventanas que están siempre cerradas y con los visillos corridos. No se ve un alma en ninguna terraza. La vida esta en la calle.

El transporte público es inmejorable. Taxis a miles, autobuses más miles con todos los destinos y barrios interconectados, con carriles propios que son bastante respetados. El Metro es fundamental, un poquito hondo para mi gusto… No recuerdo haber visto ni una sola discusión ni un mal gesto. No he visto Policías.

Los Museos (todos) están repletos de colegiales con sus profesores (hay preferencias para los colegios) que les van enseñando y explicando lo que ven, mientras muchos chavales toman apuntes. Unas cuantas visitas al año a los Museos de Londres con un buen comunicador, año tras año, es la mejor manera de aprender y destroza esa maldita frase que tan poco me ha gustado desde que la oí por primera vez: “La Letra, con sangre entra”. Que barbaridad.


4 comentarios:

  1. Anónimo8/5/11 12:20

    Que bonito todo Celso, me encanta leer diarios y sensaciones de viajes, pero bueno ya estás de vuelta y aunque solo han sido dos días seguro que te traes una visión nueva de algunas cosas y has visto otras perspectivas.
    Yo es que, como se dice por éstas tierras de Huelva, estoy muy chocante, me choca casi todo, me vendría bien darme una vueltecita por ahí, aunque tenga que ser en avión...., que le vamos a hacer..
    Estoy un poco jarta con jota de tanta política y de tantas mentiras, de tanto paro y a la vez de tanta competitividad y "po yo más que tú", siento ser o estar hoy demasiado crítica (chocante), pero cuanta catetada veoooooooooo.
    Comuniones que parecen bodas y más cursis que un lacito, bodas reales de mi vecina de enfrente, todoterrenos pa el rocío por cohhones, bueno perdón por el tono, pero es que es verdad, en los medios de cominicación que cinco millones de parados, pero yo no veo ni protestas.., ni austeridad, yo no las veo, en mi entorno.., no.
    Bueno, intentaré adecuarme a los tiempo y no convertirme en una que va contracorriente....pero, que me gustaría..Tu hermana Lourdes.-

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  2. Anónimo8/5/11 13:08

    Celso, desconocia en ti esta faceta de Cronista de Viaje. No me digas que te has llevado el ordenador a Londres... Las cronicas son muy interesantes. Te veo de corresponsal por ahí el dia menos pensado. Pero no te olvides de contarnos cosas de tu familia y de tus pesonajes...aunque no sean de Londres.- EL PACIENTE SEVILLANO

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  3. Gracias hermana y Gracias Paciente. Estoy tan enganchado a escribir que no puedo pasar sin el Mac.
    Lo mejor de los viajes es volver a tu casa.
    Sigo recopilando datos y anécdotas familiares que espero "cuajarlas" lo antes posible.
    Gracias siempre por tu apoyo e interés.
    Un abrazo.

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  4. Jose Luis Fernandez9/5/11 17:48

    Buena crónica de un viaje, aunque un poco corto le has dado un buen repaso, Londres es una ciudad para visitar con tiempo, te ha faltado Candem donde podrías haber visto los mercadillos de ropa de todos los tipos.
    Vuelve otra vez, a pesar de la jindama, por 100 libras te puedes traer 4 camisas estupendas de Thomas Lewin y lo de las corbatas en Turnbull&Asser de ensueño. Para colmar el frasco pásate por Jeremyn Stret y comprate un gel de baño en Floris, no lo olvidaras.
    Un abrazo Jose Luis.

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