"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

sábado, 7 de abril de 2012

Resurrección.



Resucitar es volver a vivir después de haber muerto. Biológicamente es posible. Muchos organismos simples pueden ser congelados, con lo que se detiene todas sus funciones vitales –muertos- y posteriormente se descongelan y vuelven a vivir recuperando todas sus funciones. Lo que no hemos sido capaces de conseguir nunca es volver a la vida a un organismo complejo después de el cese de sus funciones vitales.
Podemos “resucitar” a una persona que se ha parado el corazón o ha dejado de respirar durante unos minutos, podemos parar durante unas horas el corazón para luego hacer que funcione con total normalidad, pero debemos hacerlo siempre manteniendo la circulación y que la sangre se oxigene para que llegue al cerebro y a los órganos vitales. Podemos mantener a un cuerpo con vida mucho tiempo con ayuda de máquinas y medicinas, hasta que se recupere de un traumatismo, de una cirugía, de una infección o de un coma profundo… pero una vez que el cerebro deja de recibir sangre oxigenada mas de cuatro o cinco minutos, las neuronas se mueren y jamás se volverán a recuperar. Eso es la muerte clínica.
Por eso es tan importante auxiliar inmediatamente a una persona con una parada cardio-respiratoria con masaje cardiaco y ventilación (boca a boca), así se han salvado muchisímas vidas.
Pero en el caso de que un corazón se detenga y cese la circulación o bien se interrumpa el aporte de oxígeno al cerebro por cualquier motivo durante mas de cuatro o cinco minutos, la persona se muere. Y ya no se puede resucitar de ninguna manera. Es biológicamente imposible. El proceso de la muerte es irreversible.
A los pocos minutos de morir, la sangre dentro de las arterias y venas se coagula y se convierte en una masa sólida. Las neuronas cerebrales se degradan y se van convirtiendo en una papilla. El humor acuoso transparente de los ojos se enturbia y opacifica. Los gérmenes intestinales proliferan y empiezan a digerir los intestinos en un proceso llamado putrefacción. El interior del cuerpo es un hervidero de bacterias que producen gases y licuefacción de órganos. Los músculos se endurece y se agarrotan… eso es un cadáver en descomposición tan solo unas horas después de la muerte.
En estos días celebramos La Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. En realidad el hecho que aporta “divinidad” a Jesucristo no es su vida, ni siquiera su muerte, sino su Resurrección, dogma obligado de Fe para todos los Cristianos.

Esto es lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica:

AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS

638 "Os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa hecha a los padres Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús (Hch 13, 32-33). La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera comunidad cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la Tradición, establecida en los documentos del Nuevo Testamento, predicada como parte esencial del Misterio Pascual al mismo tiempo que la Cruz:

Cristo resucitó de entre los muertos. Con su muerte venció a la muerte. A los muertos ha dado la vida.
(Liturgia bizantina, Tropario de Pascua)

Las apariciones del Resucitado

641 María Magdalena y las santas mujeres, que venían de embalsamar el cuerpo de Jesús (Cf. Mc 16,1; Lc 24, 1) enterrado aprisa en la tarde del Viernes Santo por la llegada del Sábado (Cf. Jn 19, 31. 42) fueron las primeras en encontrar al Resucitado (Cf. Mt 28, 9- 10;Jn 20, 11-18). Así las mujeres fueron las primeras mensajeras de la Resurrección de Cristo para los propios Apóstoles (Cf. Lc 24, 9-10). Jesús se apareció enseguida a ellos, primero a Pedro, después a los Doce (Cf. 1 Co 15, 5). Pedro, llamado a confirmar en la fe a sus hermanos (Cf. Lc 22, 31-32), ve por tanto al Resucitado antes que los demás y sobre su testimonio es sobre el que la comunidad exclama: "¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!" (Lc 24, 34).

642 Todo lo que sucedió en estas jornadas pascuales compromete a cada uno de los Apóstoles - y a Pedro en particular - en la construcción de la era nueva que comenzó en la mañana de Pascua. Como testigos del Resucitado, los apóstoles son las piedras de fundación de su Iglesia. La fe de la primera comunidad de creyentes se funda en el testimonio de hombres concretos, conocidos de los cristianos y, para la mayoría, viviendo entre ellos todavía. Estos "testigos de la Resurrección de Cristo" (Cf. Hch 1, 22) son ante todo Pedro y los Doce, pero no solamente ellos: Pablo habla claramente de más de quinientas personas a las que se apareció Jesús en una sola vez, además de Santiago y de todos los apóstoles (Cf. 1 Co 15, 4-8).

643 Ante estos testimonios es imposible interpretar la Resurrección de Cristo fuera del orden físico, y no reconocerlo como un hecho histórico. Sabemos por los hechos que la fe de los discípulos fue sometida a la prueba radical de la pasión y de la muerte en cruz de su Maestro, anunciada por él de antemano (Cf. Lc 22, 31-32). La sacudida provocada por la pasión fue tan grande que los discípulos (por lo menos, algunos de ellos) no creyeron tan pronto en la noticia de la resurrección. Los evangelios, lejos de mostrarnos una comunidad arrobada por una exaltación mística, nos presentan a los discípulos abatidos ("la cara sombría": Lc 24, 17) y asustados (Cf. Jn 20, 19). Por eso no creyeron a las santas mujeres que regresaban del sepulcro y "sus palabras les parecían como desatinos" (Lc 24, 11; Cf. Mc 16, 11. 13). Cuando Jesús se manifiesta a los once en la tarde de Pascua "les echó en cara su incredulidad y su dureza de cabeza por no haber creído a quienes le habían visto resucitado" (Mc 16, 14).

644 Tan imposible les parece la cosa que, incluso puestos ante la realidad de Jesús resucitado, los discípulos dudan todavía (Cf. Lc 24, 38): creen ver un espíritu (Cf. Lc 24, 39). "No acaban de creerlo a causa de la alegría y estaban asombrados" (Lc 24, 41). Tomás conocerá la misma prueba de la duda (Cf. Jn 20, 24-27) y, en su última aparición en Galilea referida por Mateo, "algunos sin embargo dudaron" (Mt 28, 17). Por esto la hipótesis según la cual la resurrección habría sido un "producto" de la fe (o de la credulidad) de los apóstoles no tiene consistencia. Muy al contrario, su fe en la Resurrección nació - bajo la acción de la gracia divina - de la experiencia directa de la realidad de Jesús resucitado.





La resurrección como acontecimiento trascendente:

647 "¡Qué noche tan dichosa, canta el “Exultet” de Pascua, sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos!". En efecto, nadie fue testigo ocular del acontecimiento mismo de la Resurrección y ningún evangelista lo describe. Nadie puede decir cómo sucedió físicamente. Menos aún, su esencia más íntima, el paso a otra vida, fue perceptible a los sentidos. Acontecimiento histórico demostrable por la señal del sepulcro vacío y por la realidad de los encuentros de los apóstoles con Cristo resucitado, no por ello la Resurrección pertenece menos al centro del Misterio de la fe en aquello que transciende y sobrepasa a la historia. Por eso, Cristo resucitado no se manifiesta al mundo (Cf. Jn 14, 22) sino a sus discípulos, "a los que habían subido con él desde Galilea a Jerusalén y que ahora son testigos suyos ante el pueblo" (Hch 13, 31).

PD: ............?

19 comentarios:

  1. Para mí es excesivamente difícil comprender la resurrección de la carne, más aún la ascensión en cuerpo y alma al cielo.
    Hoy con los conocimientos científicos y médicos aceptar y mantener ciertos planteamientos es ilógico además de "increible" a no ser desde la fe.
    Yo, me tengo por un agraciado por la fe que el Señor me ha donado, por eso hago todo lo posible por mantenerla y aumentarla.
    Mi vida eterna está aquí, al igual que mi infierno lo encuentro, y trato de evitarlo, en mi día a día. Mi vida eterna será realidad si, cuando llegue mi hora de subir al Padre, los míos me reconocen, me rememoran y son agradables los sentimientos que despierto en ellos. También será fructífero que aquellos con los que he mantenido, mantengo y mantendré diferencias, éstas no sean lo suficientemente importantes como para que mis "enemigos" sean capaces de perdonarme lo malo que en ellos haya dejado y recordar lo mínimo agradable que en ellos haya provocado.
    Por ejemplo Celso, y perdona por la alusión directa,¿se puede estar en una gloria mayor que la goza tu padre en tus pensamientos, en los de tu familia o los de los que lo conocieron y aquí en tu blog lo habéis narrado?
    Desgraciadamente hay un exceso de personas a los que se le acaba la vida esperando una resurrección y desperdiciando la vida que les ha tocado vivir.
    Para mí Jesucristo es ejemplo de vida más que de muerte.
    Un abrazo y perdona por la extensión del comentario.

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    1. Fali. Me ha encantado esa forma tuya de entender la vida eterna. Yo opino igual pero no sabría explicarlo mejor. Gracias.
      DPO

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  2. Anónimo7/4/12 18:32

    Ole, ole, ole y ole..Fali..
    Lourdes.-

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  3. Anónimo7/4/12 19:41

    PRECISAMENTE AYER ESTUVE LEYENDO A UNA FILÓSOFA LLAMADA AYN RAND.- HABLA SOBRE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS, SOBRE LA FE.-. NOS DICE ÉSTA SEÑORA QUE EL CREER EN DIOS ES UNA DEBILIDAD PSICILÓGICA, UNA MUESTRA DE TORPEZA Y UNA FALTA DE RECURSOS DE LA INTELIGENCIA CON LOS QUE SOBREVIVIR DEBIDAMENTE.- SEGÚN ELLA, SOLO BASÁNDONOS EN LA VERDAD IRREVERSIBLE DE LA DUREZA DE LA VIDA Y LO IRREMEDIABLE DE LA MUERTE, ASUMIREMOS CON REALISMO E INTELIGENCIA LA EVOLUCIÓN DE NUESTRA PROPIA VIDA Y DE NUESTRA ESPECIE.
    Tu eres científico, conoces cada rincón de nuestro organismo y sus funciones y conoces lo que pasa en él cuando morimos.
    Empieza al instante una combustión lenta que nos llevará a convertirnos en polvo, si somos incinerados en poquísimo tiempo, si no lentamente, la combustión es la misma con distintas velocidades.
    Para analizar la Resurrección de Cristo y creerla, tienes que remontarte a más de treinta y tres años antes, al momento de su concepción, de ser gestado y nacer, y empezar a creerte todo lo que pasó entonces, que todavía puede que sea más complicado.
    El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, tres Divinidades distintas y un solo Dios, “decidieron-decidió” mandar al Hijo a éste grano de arena universal para redimir a unos insignificantes seres vivos que proliferaron con la humedad y el calor precisos y a ayudarnos en nuestro ciclo vital que a nivel cósmico dura menos de medio segundo.
    El Arcángel San Gabriel anunció a María que sería madre de todo un Dios. San José, injustamente ignorado por la historia sagrada en mi opinión, accedió a desposarse con Ella para salvaguardar su Pureza. ¡!Que gran Santo San José, yo le tengo mucha devoción por bueno y por generoso, anda que no..!!.
    Su niñez, sus primeros escarceos en el Templo, sus amigos y seguidores, apóstoles de su palabra, María Magdalena siempre a su lado, el Vía Crucis que conmemoramos en éstas fechas, la Crucifixión muerte y Resurrección.
    Y ahí Está; con su Cruz a cuestas caminando incierto, aguantando tela, diciéndonos que nos amemos los unos a los otros, que no hay más pecado que el hacerle daño a un semejante, que El es camino la verdad y la vida.., me encanta en latín, que me lo sé de la iglesia de Los Redentoristas a la que iba todos los domingos: “Ego Svm via véritas et vita”, enseñándonos que hay que vivir defendiendo nuestras convicciones, es decir, trabajando y cumpliendo con lo que la vida nos pone por delante, a ser humildes y movernos con los humildes, a defender al débil y a hacerle caso a su Madre cuando en la boda aquella se les acabó el vino y El transformó el agua en un Rioja de los mejores, cosecha única, anda que no..!!
    Si después resucitó o no, o estuvo muy malito y se recuperó solo o si se quedó muerto y lo cambiaron de sepulcro o lo que sea, ni lo sé ni me interesa, solo se que según la filósofa Ayn Rand, por tener fe en un Dios que me ayude en ésta vida, que me haga mejor que me reconforte y que me apacigüe en los momentos de debilidad, resulta que soy todo lo que ella dice, pues lo seré...pero yo soy muy guapetona, tendrías que ver la cara de la filósofa, que en paz descanse....

    Lourdes Pareja-Obregón.-

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    1. Ayn Rand... si es que hasta en nombrete es mu feo...
      Un beso hermana... Sigue pensando asi siempre.

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    2. Anónimo8/4/12 18:43

      Me da cosilla porque la pobrecita ya falleció, el Señor la tenga en su gloria, pero es una de las mujeres más feas de la cristiandad....aunque seguro que a ella no le importaba nada, y hacia muy bien. Hace unos comentarios muy rotundos sobre la religión y sobre los débiles mentales o físicos, dice que los gobiernos no deben gastar dinero en ellos porque es un dinero malgastado, que hay que invertir en los superdotados.. !!Será bellaca!!. Por eso digo que: Qué fea eras Ayn Rand, que horrorosa y que cerebro tan frío, !!Anda que eras más fea que picio..!!

      Lourdes.-

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  4. Gracias, gracias, Rafael, mil veces gracias.
    Yo no entiendo ni comprendo la razón de las razones de porrqué ni porqué no...
    yo solo se que no se nada...
    solo se que me hinco de rodillas y no paro de rezar desde Triana a Sevilla...
    y así me va...

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  5. Anónimo8/4/12 00:08

    escribe sobre la muerte fisica, lo que sabes como médico..

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  6. Anónimo8/4/12 00:53

    Hola Celso, he llegado esta noche del Rompido. Como de lo que Dios significa para cada uno de nosotros ya lo hemos hablado, te diré la explicación que yo le encuentro (si es que a eso se le puede llamar explicación) a lo que en esta página te refieres: la Resurección de Jesús de Nazaret.
    Para mí no tiene ninguna explicación sencillamente porque los milagros no la tienen. Lo que ocurriera en la concepción, vida, muerte y resurección (si la hubiere) de Jesús es algo que no me preocupa mucho, la verdad. Yo creo en los milagros. Creo que la vida está llena de milagros que nos pasan inadvertidos todos los días y a todas horas, de eso no tengo duda. Habrá quien los llame azár o casualidad; yo los llamo milagros. Y si existen, ¿porqué no va a existir el milagro de la concepción, vida, muerte y resurección de Jesús?. A lo mejor tiene una explicación mucho más sencilla de lo que nos imaginamos y que no llegamos a ver con claridad, por eso, por su sencillez. Tenemos un ejemplo delante de todos nosotros que vemos a diario: la maternidad. Cómo una celula masculina se une a otra femenina y forman un ser vivo único e independiente. Se podrá parecer más o menos a su madre o a su padre, pero este ser es otra persona distinta e irrepetible. Que alguien me diga si eso no es un milagro. ¡Claro que lo és!.
    La ciencia tiene infinidad de explicaciones para demostrar muchas cosas, pero yo creo que hay ciertas cosas que se escapan de toda explicación o demostración lógica, sencillamente ocurren y ya está.
    Celso yo también me hinco de rodillas y rezo mucho, y lógicamente no se cumplen todos mis anhelos, pero no importa, siempre sale el sol para mostrarnos el milagro de un nuevo día también único e irrepetible. Concha.

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  7. Anónimo8/4/12 10:23

    ¡Qué bonito todo lo que has dicho Rafael, yo también te doy las gracias y te digo, Ole!!!. Concha.

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  8. Anónimo8/4/12 17:24

    Celso, que maravilloso lo que escribes de la muerte y de la resurrección ... Y Lourdes, ¡cuanta razón llevas!.
    Sra Ayn Rand: Considérenos a los que tenemos creencias y fé, todo lo que usted en vida quisiera.Yo por mi parte, solo le voy a decir que. Creo en Jesucristo, Dios verdadero, engendrado no creado, que por nosotros y para perdonar nuestros pecados, bajó del Cielo y por obra del Espiritu Santo se engendró de María Virgen, y nacío hecho Hombre. Y después de hacer muchos milagros,por culpa de nosotros,los hombres, padeció la muerte en la Cruz, y fué sepultado. Y al tercer día, resucitó de entre los muertos. Se presentó a sus apóstoles, y ellos cuentan como lo tocaron, comieron, convivieron con El, se despidió de ellos y subió al Cielo. Allí está vivo,con Dios, para seguir escuchándonos. Y creo en la vida eterna. Y la oración del Credo es una maravilla que usted no entendería.
    Y por mucho que usted me explique, me encantan los escritos de los apóstoles, y no creo que sean mentiras porque usted no crea. Esta tonta del bote, cree que usted vivió equivocada. Que los mayores científicos han afirmado la existencia de Dios ante la evidencia de la Creación. Creo señora mía, que se perdió usted lo mejor, tener fé y creer. Aquí millones de papanatas, creemos firmemente cada uno en su fé. Así que, descanse en paz, que a la postre es lo que usted deseaba, negando la existencia de nuestra vida futura que es lo que Jesús, nos demostró al resucitar. El milagro de la vida eterna.
    Yo prefiero leer a mis primos Celso , Lourdes, Concha, que a usted que era una "enterá" aunque yo piense que no se enteró bien del asunto.
    Feliz Domingo de Resurrección a todos los que creen en un día como hoy.
    Muchos besos.... LA OTRA YO.

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  9. Anónimo8/4/12 20:19

    YA ESTÁ AQUÍ MI PRIMA DESPUÉS DE LA SEMANA SANTA, OLE OLE..
    YO.-

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  10. Anónimo9/4/12 13:10

    De todas formas, la figura de Jesús de Nazaret, Divino y Humano, para mí es la demostración de las mayores cualidades que puedan existir en el ser humano. La capacidad de utilizar la inteligencia -la que cada cual tenga-, para intentar que el mundo sea un poco mejor, o sea, para el Bien. En pocas palabras, la buena utilización de las facultades Humanas, y en este caso, para mí también Divinas. Concha.

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  11. Anónimo9/4/12 20:46

    ME ENCANTA LA OTRA YO! A mí si se puede que me congelen y me resuciten dentro de unos añitos, cuando todas estas locuras y barbaridades que estamos viendo vuelvan a la serenidad y tranquilidad y la vida sea más sencilla y más natural, y nos demos cuentas de que tanta tecnología no nos lleva más que a vivir más y más deprisa sin pararnos a saborear un Domingo de Resurección con lo que ello en verdad significa!

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  12. Anónimo9/4/12 22:29

    ¡Muy bonito y muy verdad todo lo que habeis escrito!.
    Como no me atrevo a escribir ni una coma de mi cosecha, os dejo - si teneis paciencia- lo que este jesuita que esta en el amazonas escribe a proposito de la resurreccion:

    "Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida,…eso les anunciamos (1 Juan 1:1-2).

    Si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe, vacía nuestra esperanza. Así de simple. Si la muerte es más fuerte que el amor, la humanidad queda derrotada, a la larga. El amor sucumbe, dejando solamente un recuerdo nostálgico, sin sentido ni substancia.

    Nuestra conmemoración anual de la ejecución del joven curandero de Galilea sería homenaje a una muerte trágica, un minuto de solidaridad con él y muchos otros, caídos delante de la maquinaria depredadora que devora la creación sin piedad.

    Pero no es así. Resucitó. El Resucitado es la piedra angular. Los discípulos dan testimonio de lo que han visto y oído. Dan fe de haber tocado al Cordero inmolado, de haber sentido su aliento y los latidos de su corazón.

    Más allá de las pequeñas primaveras, más profundo que los lindos amaneceres, más real que las abstracciones teológicas; el Resucitado es la luz en nuestra oscuridad, la esperanza en nuestra desesperación, el cálido abrazo de amor en un infierno de frialdad.

    Los ojos mortales están enceguecidos por la epidemia de fealdad. Sobrepasados de falsas imágenes, fragmentados con distractores, corrompidos por promesas incumplidas; no lo ven. Sin embargo, está presente, infundido en el corazón del mundo caído, redimiendo lo que está perdido, rescatando lo insalvable.

    Se desconoce su belleza, misteriosamente oculta en el fétido basural de un planeta devastado. Con todo, está. Es la presencia real eucarística, oculta en el pan y el vino; en la tierra, el aire y el sol; vivificando donde la muerte desgarradora pretende reinar.

    Los oídos mundanos; ensordecidos por el ruido ambiental, intoxicados por ritmos anestésicos, contaminados por mil mentiras espectaculares; no lo escuchan. No obstante, está hablando, presente, orquestando armonía detrás de esta funesta disonancia ensordecedora.

    No se reconoce su hermosura, sigilosamente escondida detrás de estridencias indescifrables, clamores de indignación y gritos de dolor. Su belleza no se percibe por el ruido de los distantes cañones de los continentes sitiados por su propia estrechez de corazón.

    La finura delicada del tacto; consumida por expropiaciones indebidas, decepciones frívolas y fantasías imposibles; se pierde. A pesar de todo, en tiempo real, el Resucitado, presente y velado, coloca su mano sobre toda la creación y; como rey de masa, energía y sentido; ordena a la vida que se levante a caminar.

    La belleza insoportable estremece. La gente prefiere su mundo cibernético, enmarcado por la pantalla electrónica, fragmentado en ventanas cuadradas de realidad virtual, controlable, predecible y feo. La hermosura infinita desconcierta. Pero es verdad. Es real. Está ahí.

    Si no fuera por su presencia redentora, si no fuera por la victoria del amor sobre la muerte, la cacofonía grotesca de esta intolerable cotidianidad ya se habrá llevado las más nobles almas al abismo insaciable.

    ¿Qué hacer para poder ver? ¿Cómo vencer la sordera para oír, gustar, tocar?

    Creo que es cuestión de valentía. Hay que ser bien hombre (o mujer, de acuerdo al caso) para percibir al Resucitado, para reconocer su hermosura irresistible como verdad, para sentir la simple verdad como fuente de belleza, y así, sin temor, entregar la vida a su energía seductora.
    _________
    Nathan Stone, S.J."

    Espero que os haya gustado....FLP

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  13. Gracias FLP, para mí la palabra de este Jesuita Nathan Stone, es, en esta maravilla de texto, la Palabra de Dios. Concha.

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  14. POR CIERTO, UNA COSA ES LA FE EN DIOS Y OTRA LA IGLESIA.-
    No me gusta opinar de la iglesia, ni criticar algunas actuaciones de algunas personas de la iglesia, prefiero callarme porque comprendo que es obra humana y como tal debemos tomarla, aunque hay veces que hay que decir alguna cosa.
    El obispo de Alcala´de Henares, en una homilía, arremete sin controlarse y con furia contra los homosexuales. Dice barbaridades sin ton ni son, sin venir a cuento y sin piedad ni humana ni cristiana.
    ¿Porqué le dió al obispo ése día por hablar así?, no lo sé pero ya va siendo hora que el obispado, la conferencia episcopal o cualquier organismo eclesiástico, se sienten a reflexionar y a hablar y se den cuenta de cómo somos en realidad los seres humanos, incluidos ellos por supuesto, que traten y acepten a la naturaleza humana tal como es, (hecha por Dios, que todo hay que decirlo), y se pongan a trabajar con humildad y eficacia en lo que de verdad tiene importancia. La pobreza, que hoy la tienen nada más salir, que ayuden a los presos y marginados, a los sin techo, a las pobres mujeres de las esquinas moviéndo el bolso y que ya no las quiere nadie, a los desgraciados por cualquier motivo y a los que tienen comportamientos muy graves para con los niños......
    Un paso adelante es lo que le hace falta a la iglesia, tolerancia y visión de la realidad, y empezar a hacer un ejercicio de autocrítica para después poder hablarnos a los heterosexuales, homosexuales y bisexuales, hombres, mujeres y niños, ricos y pobres, buenos y regulares, a todos por igual, ayudar más, (aparte de cáritas que hace una labor estupenda y las monjitas de clausura que lo dan todo), que la cúpula de la iglesia aporte euros, dolares o cualquier otra moneda, que tiene MUCHO dinero para hacerlo, y ellos hablan en nombre de Dios....Pues Dios es lo que haría.

    LONDRES.-

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  15. Tienes muchísima razón en todo lo que dices Lourdes, pero también hay que decir que hay muchas personas pertenecientes a la Iglesia, que se están dejando la piel y la vida por ayudar a los demás. No sólo Cáritas y las monjitas, que por supuestísimo, sino muchos sacerdotes, monjas y seglares por esos mundos de Dios. Me acuerdo ahora mismo de un sacerdote que lo tuvimos muy cerca, sobre todo nuestras primas Rocio y Delia: el padre Leonardo. Ejemplo de bondad y entrega a los más necesitados; una persona excepcional. Pues como él (q.e.p.d.) hay muchísimos.
    Solo quería poner el otro punto de dos realidades. Un beso. Concha.

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